duare: (fics lemon)
[personal profile] duare
Título: Un Break My Heart #1
Autor: [livejournal.com profile] duare
Fandom: Harry Potter
Personaje/Pairing: Harry/Draco
Prompt: #003 Finales, por final de relación
Rating: NC-17
Resumen: Alguien me dijo una vez que no había nada más grande en el mundo que amar y ser corrspondido. Yo le repondí que quizás recuperar un amor perdido.
Advertencias:
Notas de Autor: Editado después de mucho, pero que mucho tiempo. Dedicado a [livejournal.com profile] gaia_naturae, por su 21 cumpleaños. Beteado a por [livejournal.com profile] aviss. Reposteado después de mucho tiempo, ahora que ya lo tengo terminado, para [livejournal.com profile] fanfic100_es.
Total Palabras: 6.631



UN-BREAK MY HEART
Primer parte


Un-break my heart
Say you'll love me again
Undo this hurt you caused
When you walked out the door
And walked out of my life


1. Don’t Leave me in all this pain


Draco despertó con una extraña sensación en el pecho, como si algo se lo estuviera oprimiendo. Notaba la garganta irritada, seca y la lengua pastosa. Abrió los ojos perezosamente sintiéndolos excesivamente pesados.
Rodó sobre sí mismo dejando caer un brazo en el otro lado de la cama de forma inconsciente. Un acto mecánico fruto de la costumbre de cada mañana hasta hallar la tibieza del cuerpo que descansa junto a él.
Pero esa mañana Draco no encontró lo que buscaba.
En su lugar sólo había un frío vacío.
Y unas sabanas que no eran las suyas.
El dolor en el pecho se agudizó, los ojos se le llenaron de lágrimas y su garganta se contrajo en un gemido ahogado.
Acababa de recordar los hechos del día anterior.
El peor día de su vida, mucho peor que abandonar a su familia, que dejar a sus amigos de lado, peor que traicionar a aquellos que conocía desde niño, peor que enfrentar al Señor Oscuro. Peor, mucho peor.
Sus ojos se cerraron y frente a él pasaron las imágenes del día que Harry Potter lo dejó.

Don't leave me in all this pain
Don't leave me out in the rain
Come back and bring back my smile
Come and take these tears away
I need your ams
To hold me now
The nights are so unkind
Bring back those nights when I held you beside me


El día anterior Draco despertó con el sol de la mañana y un peso inesperado sobre su cuerpo. Abrió los ojos y observó el brazo que lo rodeaba.
“Sorpresa Draco”, se dijo a sí mismo, “¿adivina quien llegó a casa tarde? Al fin y al cabo no es importante que me hubiera dicho que lo celebraría conmigo, ¿no? Supongo que seis jugadores de Quidditch son muy tentadores... Total, ¿que son en comparación mis horas de esfuerzo en la jodida cocina preparando una cena romántica...”?
Aún así... Aún así el brazo sosteniéndolo junto al cuerpo dormido de Harry era agradable, hacía ya un tiempo que no se despertaba así, con Harry abrazándole...
De hecho si lo pensaba bien desde que empezaron a vivir juntos, hacía ya un año y medio, pasaban cada vez menos tiempo juntos. Harry tenía sus entrenamientos con el equipo y los partidos, y él tenía sus clases de derecho y el trabajo que había encontrado de ayudante en un pequeño buffet.
“Pero bueno,” se dijo con una sonrisa, “hoy es domingo y no tiene entreno, y yo ya adelanté mi trabajo el viernes, así que hoy será sólo para nosotros. Lo necesitamos...”
“Yo al menos lo necesito...”
Se pegó más al cuerpo de Harry, y acarició lánguidamente el brazo que lo aprisionaba. No tenía prisa por despertar al durmiente, para nada. Pensaba disfrutar al máximo de tener a Harry para él solo durante un buen rato.
Se sentía tan bien, tan seguro... Sabía que últimamente estaban algo distantes, pero bueno, “acaso no pasan todas las parejas por lo mismo cada cierto tiempo”, se preguntó y no sin razón. “Al fin y al cabo”, se dijo, “ya son tres años y... casi tres meses. Es mucho tiempo, pero hemos pasado por tanto... Y que los dioses me perdonen, pero le quiero, a pesar de todo, sigo queriéndolo como el primer día. A pesar de..”. pensó contrariado, sí, ese era el problema lo amaba a pesar de... Porque había un “a pesar de”. Harry había cambiado, no que no lo encontrara lógico con la guerra, la gente que había muerto, la lucha final, pero...
Todo iba perfecto hasta hacía pocos meses, justo cuando ambos empezaron a trabajar, ahí empezaron las peleas y bueno, cabe decir que Harry era terco como una mula, así que por el bien de ambos, antes de que se dijeran algo de lo que podrían arrepentirse él acababa cediendo. Por el bien de los dos... Por el amor que le tenía a Harry se reprimía las ganas de decir lo que pensaba o sentía en ciertos momentos y lo guardaba. Lo guardaba dentro de él, como... un peso insoldable.
Pero en momentos como éste, cuando sentía la respiración de Harry en su nuca, erizándole el vello y provocándole deliciosos escalofríos por toda la columna, cuando sentía el brazo de Harry rodeándole el pecho de forma posesiva, cuando sentía como sus cuerpos se amoldaban como un perfecto ying-yang, en momentos como estos nada tenía importancia. Las preocupaciones desaparecían de su mente y solo podía sentir como todo su cuerpo se relajaba y una sensación de bienestar interno lo embargaba.
Enlazó sus dedos con los de Harry y besó su mano, dejando que sus labios recorrieran los nudillos de la mano de su compañero, en una suave y húmeda caricia.
Harry se removió a sus espaldas, empezaba a despertar. “Oh sí”, pensó Draco complacido, “y con una impresionante erección matutina, nada mejor para empezar bien el día.” Recostó el peso de su cuerpo contra el de Harry, tentándolo a ponerse en acción, echando la cabeza hacia atrás, dejando que los labios de su pareja rozaran su cuello. Sí con aquello no conseguía poner a tono a Harry es que había perdido su encanto natural, y eso estaba totalmente descartado.

Harry despertó al sentir como unos labios húmedos acariciaban su mano. La vuelta al mundo real desde su letargo le golpeó al notar un cuerpo tibio y más que dispuesto frotarse contra su pene, sus labios se abrieron ante la sorpresa y se encontraron con tersa piel para besar.
Besó el cuello que le era ofrecido y murmuró aún medio dormido.

-Draco...

El aludido sólo se pegó más a él y girando la cabeza unió sus labios a los suyos.
Un beso lento, y calmado, tomándose ambos todo el tiempo del mundo. Labios acariciándose mutuamente, abriendo y cerrándose silenciosamente como en el rezo de una plegaria, calentando los motores para lo que ambos sabían que vendría. Se conocían demasiado para obviar el hecho de que ambos tenían ganas de hacer el amor.
“No hay mejor manera de empezar el día”, pensó Harry, al tiempo que tomaba la iniciativa y delineaba los labios de su pareja con lentitud. Le gustaban los labios de Draco, ni muy finos ni muy gruesos, simplemente perfectos, y le encantaba dejarlos de un color rosa subido por la acción de un buen beso.
“¡Oh nene! Me encanta comerte la boca, entre otras cosas”, pensó malicioso.

Para Draco, la lengua sobre su labio inferior fue como una confirmación de que ambos estaban de acuerdo y abrió sus labios en clara invitación, recibiendo con placer a su nueva visitante. Y mientras sus lenguas y labios se saludaban, en un reencuentro de viejos amigos, su cuerpo fue recorrido por unas manos hábiles, tan conocidas como las suyas propias, unas manos que sabían dónde y cómo acariciarle para hacerle perder el control.

-Draco... –le susurró Harry al tiempo que jugueteaba con su oreja- No puedo más, te quiero ya- y le lamió petulante el oído. “Juego sucio Potter”, pensó Draco divertido, sus orejas eran un punto de no retorno, una vez que le encendían no era capaz de negarse a nada.

-¿Sin preliminares...? Se ve que estamos ansiosos, ¿no? –preguntó al tiempo que se arqueaba contra el cuerpo de Harry, ante lo cual éste no pudo menos que gemir en respuesta.

-¿Y de quien es culpa cariño?-preguntó con sorna haciendo hincapié en el cariñosos apelativo, al fin y al cabo seguían siendo Draco Malfoy y Harry Potter, y el mundo se vendría abajo, o al menos el mundo mágico se colapsaría, si ambos se dedicaran a comportarse como dos enamorados pastelosos.– Si juegas con fuego Draco, te acabas quemando, y tú has tentado a tu suerte despertándome así –le dijo pasando un brazo por debajo la pierna superior de Draco, alzándola por la rodilla para tener un mejor acceso. Murmuró un simple “lubricus” para preparar a Draco, estaba demasiado caliente como para andarse con cosas más elaboradas. Y sabía que Draco estaba igual de caliente y ansioso aunque no quisiera reconocerlo y se hiciera el ofendido. – Ya te daré luego preliminares hasta agotarte –terminó al tiempo que se introducía dentro de Draco. Un cuerpo caliente y pulsante, que a pesar de la resistencia inicial lo absorbía más y más, contra más se adentraba en él.

-¿Es una promesa Harry? –la voz en una exhalación, con sabor a jadeo mezcla de sorpresa, molestia inicial y ansias de placer.

-No, es un hecho. Hoy no tenemos nada que hacer los dos, ¿verdad? –le preguntó Harry a media voz, marcado el ritmo contundente de las arremetidas- Te voy a agotar Draco, te voy a follar de tal manera que me vas a pedir que te deje descansar, y aún así voy a hacerte el amor hasta que pierdas el sentido.

Como respuesta Draco lo agarró del cuello y lo besó con fuerza, hambre, pasión y deseo, y Harry embistió con más fuerza. En pocos minutos ambos colapsaron en un orgasmo violento, fruto del sexo fuerte y veloz.
“Mmm... nada mejor que un polvo rápido para empezar la mañana.”

La voz de Harry susurró un simple hechizo de limpieza dejando las sabanas inmaculadas y sin rastros de toda actividad sexual anterior. Draco por su parte se deshizo del agarre de su pareja y se giró para quedar cara a cara. Rozó con sus labios los de Harry y sonrió sobre ellos con los ojos cerrados.

-Buenos días... –murmuró estirándose dentro del abrazó al que Harry lo tenía sometido -¿Tienes hambre? Seguro que tenemos algo en la cocina que... –Su boca fue ocupada por otra ansiosa y exigente que no le dejó acabar con lo que decía. “Bueno, siempre podemos ir a desayunar fuera”, se dijo con una sonrisa mental, y se concentró en intentar dominar a la lengua que invadía su boca sin ningún tipo de reparo.

-Lo único que me apetece comer lo tengo justo al alcance de mi mano, así que ni se te ocurra ir a ningún lado –le respondió Harry una vez sus labios se hubieron separado.

Antes de que Draco pudiera responder a eso se encontró estirado de espaldas, con Harry entre las piernas descendiendo rápidamente por su cuerpo, besando, lamiendo y mordiendo en su camino hacia su entrepierna. Alzó su cuerpo recostándose sobre los codos observando como Harry lo tomaba en su boca. Una mueca divertida apareció en su rostro mezclándose con el placer que le proporcionaba esos labios que eran un pecado.

-¿No habías dicho que tendría preliminares...? Esto es... Bastante directo al objetivo, ¿no te parece? –consiguió elaborar las preguntas con un sobreesfuerzo al perder casi la coherencia cuando la lengua de Harry se dedicó a friccionar el frenillo del glande.

Harry alzó el rostro con los labios entre abiertos, húmedos y totalmente rojos por el trabajo que estaba realizando. En sus ojos verdes se podía leer cierta contrariedad.

-Oh bueno, si quieres paro... – le retó con una mueca divertida.

-Hazlo, y eres hombre muerto –le amenazó en respuesta, para seguidamente dejar caer su cabeza hacia atrás al sentir como la boca de Harry lo cubría de nuevo.

Había algo sorprendente en la forma que tenía Harry de practicar el sexo oral, pensó mientras Harry continuaba en su afanosa labor, ejerciendo un fantástico dominio de labios, lengua, músculos de la garganta y ocasionalmente dientes. Volvió a alzar la cabeza y observó a Harry, quien lamía y succionaba su miembro con los ojos cerrados dejando escapar esporádicamente algún gemido o gruñido.
“Es curioso como cada persona se comporta mientras proporciona placer oral a su pareja”, pensó aún notando como su cuerpo se excitaba segundo a segundo y como el calor y la temperatura se acumulaban en la entrepierna al tiempo que más sangre era bombeada hacia su erección.
“Para mí es cuestión de poder o dominación, tener a Harry hecho un amasijo de carne trémula, jadeando por el solo hecho de tener mi boca en él me parece fascinante. El poder que se tiene sobre la otra persona es terriblemente excitante, a pesar de no sentir placer físico la sensación de tener los ojos alzados y observar como con solo un giro de mi lengua o una succión en cierto punto puedo dejar fuera de combate a cualquiera es excitante. Pero para Harry... Para Harry realmente es una adicción, Harry disfruta de forma física, le excita los sentidos de tal manera que pierde el mundo real de vista, entregándose entero como si su vida dependiera de ello.”
Quizás por eso tener a Harry entre las piernas era una de las imágenes más erótica que Draco Malfoy hubiera visto en su vida. Y quizás por eso la coherencia le estaba desapareciendo de la mente para convertirse todo en un blanco de sensaciones.

El segundo orgasmo de Draco fue menos violento, pero aún así no dejó de tener ese aire de urgencia impregnado, falto de la paz y serenidad de los clímax largos y acompañados de cariño y sensibilidad.

A Harry en cambio le supo a gloria, o quizás no, porqué no tenía ni idea del sabor de la gloria, pensó divertido ante la idea, pero hacer correrse a un Malfoy con la boca seguro que era como ganar una de las batallas más arduas, así que, para el caso era lo mismo.
Ascendió de nuevo por el cuerpo de Draco para besarlo con suavidad, dejándole probar su sabor, compartiendo así su momento de gloria, como si nada más tuviera importancia.
Lo abrazó con fuerza, descansando la cabeza en el cuello de Draco, aspirando el olor de su pareja mezclado con el de sexo y sudor.
La inquietud de los últimos días parecía retroceder ante la paz que sentía ahora. El sexo siempre le había sentado bien, y le ayudaba a descargar tensiones, de eso no le cabía duda. Ni a él, ni al resto de la Orden del Fénix, que durante los días de guerra tuvieron que convivir con unos sexualmente hiperactivos adolescentes.
Sin embargo la situación de ahora era diferente. Los nervios y la presión por su futuro le estaban pasando factura. Sabía que había estado frío y ausente, y realmente no entendía el motivo. Era sólo que... quería que las cosas le fueran bien, quería que le valoraran por ser él, por su juego, no por su papel de héroe. Y se estaba esforzando tanto... quería ser aceptado por todos, y si eso significaba llegar tarde a casa, o no estar tanto con Draco... “Bien, no es como si Draco no pudiera hacerse el cargo, ¿no?” Se preguntó contrariado.
Pero en momentos como éste, cuando Draco se le entregaba con una docilidad extrema, sabiendo su necesidad de controlar y de llevar las cosas a su manera, cuando sentía el relajado cuerpo de su pareja contra el suyo respirando acompasadamente, regalándole caricias y besos como en un bálsamo relajante, cuando le susurraba al oído palabras de amor; era en momentos como esos cuando se olvidaba de cualquier preocupación y se rendía a esa paz que de forma casi mágica Draco era capaz de inducir en él.

-No ha habido preliminares –le susurró Draco con el humor patente en cada palabra.

-¿Sabes que empiezas a sonar como una mujer? Lo próximo será decirme que tienes dolor de cabeza... –le contestó con una sonrisa, esperando hacer enfadar a Draco.

-¿Dolor de cabeza, Potter? ¿Alguna vez he dicho yo que no a una buena sesión de sexo? Por favor... Estás hablando con un Malfoy, en nuestra lista de prioridades están siempre poder, dinero y sexo, y no precisamente en ese orden. –Respondió el aludido con un guiño- ¿Y cuántas mujeres pueden tenerte de bruces jadeando de placer y gritando su nombre con cada empuje?

-Touché... –y como premio le lamió la punta de la nariz.

- ¡¡¡Aaarrrggg!!! Harry, ¿¡Cuántas veces te he dicho que no hagas esto!? – gritó Draco apartándose de su compañero como si huyera del mismísimo diablo.

Harry lo abrazó con fuerza impidiendo así que se alejara, sintiendo un miedo irracional dentro de él, como si Draco fuera el único obstáculo entre él y sus demonios internos. No quería pensar, últimamente no paraba de hacerlo y lo único que había conseguido era un terrible dolor de cabeza. Y hoy era el día libre de ambos, ni entrenamientos, ni partidos, ni clases, ni papeleo del bufete, los domingos eran sólo para ellos, aunque él se hubiera saltado algunos... Pero hoy estaba aquí y pensaba disfrutar cada minuto.

Para Draco tener a Harry tan cariñoso de nuevo era como un regalo del cielo, allá arriba había alguien que lo había estado escuchando, no tenía la menor duda, porqué sino no se explicaba el estar gozando de la atención de Harry como hacía meses que no lo hacía. Sintió como una de sus mejillas era acariciada con dulzura, deslizándose los dedos hasta su cabello, jugueteando con un mechón particularmente rebelde. Sonrió ante el gesto y abrió los ojos para encontrarse con la mirada de Harry sobre la suya.

-Te quiero- le dijo bajito, como si alzar la voz significara romper la magia que parecía haber en esos momentos.

-Y yo a ti. –respondió perdido en los ojos de Draco y en su sonrisa serena, las palabras le surgieron de forma natural, porqué realmente en esos momentos las sintió tan naturales y verdaderas que ninguna duda podría enturbiar el hecho de que realmente amaba al hombre que tenía frente a él –Te quiero...

Se besaron, no con ansías y pasión, no con urgencia y ferocidad, sino de forma lenta y pausada. Poniendo en cada gesto un sinfín de palabras imposibles de expresar en voz alta pero que se entendían alto y claro. Caricias por ambos cuerpos, en peregrinas manos haciendo su camino hacia los lugares que para ambos se podrían considerar sagrados. Y el silencio roto por murmullos, susurros, respiraciones entrecortadas que el tiempo convirtió en gemidos, jadeos y nombre exclamados en pleno camino a la cima.
Si Draco se había quejado de falta de preliminares tomándose a la ligera las palabras de Harry ahora estaba pagando las consecuencias. Cuando Harry se lo proponía era capaz de hacerle perder la razón dedicándose a excitar con exasperante letanía todo su cuerpo. Sus labios saboreaban cada centímetro de su piel sin ningún reparo o vergüenza, su lengua seguía los caminos que ella misma había trazado por primera vez en ese cuerpo años atrás, y él sólo respondía a cada estimulo como mejor podía intentando no perder la cabeza ante el maremagno de sensaciones en el que Harry lo ahogaba hasta casi impedirle respirar.
Manos hábiles y expertas, algo endurecidas por el agarre del mástil de la escoba voladora, presionaban cada tecla de su cuerpo como un virtuoso del piano estremeciéndolo de pies a cabeza.

-Por favor... Harry, por favor... – Rogar se convertía en el último bastión que defendía hasta que el asalto a su cuerpo rompía toda opción de victoria y simplemente se rendía ante lo inevitable. Además sabía a la perfección que si algo ponía fuera de sí a Harry era escuchar la suplica para detener de una vez la dulce tortura que él mismo había pedido.

En la lista de “como-descontrolar-al-Niño-que-Vivió”, Harry estaba seguro que en primer lugar se encontraba Draco Malfoy pidiéndole que lo penetrara y ofreciéndose sin pudor sujetándose él mismo las piernas bajo las rodillas. Sí, realmente esta era una imagen que podía trastornar a cualquiera, y a pesar de ser el Héroe del Mundo Mágico, el Salvador que había librado la batalla final, la carne seguía siendo carne.

-Te quiero ya, Harry. Por favor... Te quiero dentro de mí... –Si Harry Potter hubiera tenido alguna reticencia antes de seguro que ante esas palabras toda duda habría sido desechada.

De rodillas, frente al cuerpo de Draco, Harry contemplaba el cuerpo de su pareja, la boca entreabierta pero sin ningún sonido que saliera de ella. Las palabras de Draco turbándole hasta el grado de olvidarse de cómo hablar, o moverse o incluso respirar. Cerró los ojos tratando de grabar la imagen en su mente para siempre y tragó con fuerza. Tendió una mano en dirección a Draco, acariciándole el cuello hasta asirlo por la nuca y tumbarse hacia delante para postrarse ante él iniciando un beso. Un beso duro y desesperado, de los que te dejan los labios temblorosos y doloridos. Y tras un par de hechizos lubricantes y de protección colocó su miembro justo en la entrada de Draco empujando lentamente hasta hacerse paso en el cuerpo de su amante. El momento de entrada en un cuerpo siempre había sido una de las más maravillosas experiencias para Harry Potter, el sentir la presión y la estrechez del cuerpo que lo rodeaba, la calidez de las paredes y los pulsantes músculos tratando de acomodarse a la intrusión era algo que durante breves segundos lo dejaba fuera de sí. Segundos, que le parecieron años, después sintió como la respiración de Draco se normalizaba, al igual que la suya propia y volvió a inclinar para besarlo, esta vez en un beso suave, tratando de reconfortarlo de cualquier molestia que le hubiera causado.

Tener a Harry dentro de él era totalmente diferente de estar con cualquier otra persona. Con Harry se dejaba llevar en todos los sentidos, se dejaba dominar y controlar sin ningún tipo de contención con la seguridad de que nada malo le podría pasar. Puede que en el sexo prefiriera optar por un rol más pasivo, algo bastante curioso teniendo en cuenta su forma de ser, pero en cuestiones de cama era de los que prefería dejarse mimar...
“Llamadme vago si queréis”, le dijo a su audiencia imaginaria.
Pero nunca hasta estar con Harry se había entregado de tal formar, exponiéndose por entero, mostrándose sin barreras, poniéndose a merced de lo que Harry quisiera hacerle con ciega confianza.
Debe ser cosa de estar enamorado, pensó con humor.
La respiración alterada por la excitación se interrumpió al notar a Harry empujándose en sus entrañas, entrando lentamente pero sin detenerse hasta estar del todo en su interior. Notaba como su cuerpo se acomodaba con presteza a la nueva invasión, hasta que se sintió relajado de nuevo y respiró con normalidad aprovechando los pocos segundos de paz antes de que Harry empezara a moverse. Sintió los labios de Harry sobre los suyos, acariciándolos con cuidado como si fuera a romperse. Siempre le había sorprendido la suavidad con la que Harry era capaz de hacerle el amor, y aún más sorprendente era el hecho de que le encantara, en claro choque con su forma de hacerlo. Si su tendencia era pasiva por lo general, en cuanto decidía tomar el control era totalmente impulsivo, en un sexo arrebatador, casi violento.
Pero Harry...
Harry empezaba a moverse dentro de él en un ritmo pausado, lo que le indicaba que si había estado pidiendo a gritos desde primera hora que le hicieran el amor como los dioses mandan, por fin iba a tener lo que quería.
La mezcla de la fricción interna, el peso de Harry sobre él, los labios de Harry en su cuello besándolo y susurrándole toda clase de cosas indecentes, y el roce del estomago de Harry contra su pene estaban acelerando de nuevo su pulso, alzando el grado de excitación que había descendido en el impás de ser penetrado.
Cada golpe de cadera de Harry lo empujaba más y más hacia el cabecero de la cama, hasta que no tuvo más remedio que asirse de éste con tal de no ser aplastado. Aprovechando así la oportunidad de tener un agarre para poder coordinar sus movimientos con los de Harry. Y así, con las piernas enredadas entre el torso y los brazos de Harry se abandonó al in crescendo de sensaciones, en unos movimientos salvajes e instintivos que sabía que lo llevarían a la cima.
Cada vez más rápido, cada vez más cerca, cada vez más fuerte... Más... Hasta que toda realidad se diluyó como una pincelada de color en un vaso de agua. Estallando en un orgasmo agudo y concentrado en cierto punto interno que desencadenó el placer de forma convulsionante, dejándole las piernas temblorosas, incapaces de sostenerlo, para caer tendido de espaldas en la cama con Harry sobre él.

Harry sintió los músculos internos de Draco contraerse en torno a él y se preparó para embestir con fuerza y poder acabar junto con Draco. Una, dos, tres arremetidas profundas, veloces y fuertes y alcanzó el clímax besando a Draco y mirándole fijamente, no queriendo perderse el torrente de emociones que traspasaría los ojos grises de su pareja.

-¿Satisfecho? –le preguntó a Draco con un guiño minutos después, cuando yacían tranquilamente en el lecho uno junto al otro.

-Bueno... No ha estado mal, claro que siempre podría mejorarse y... –respondió a su vez con la sonrisa báilanosle en los labios, sonrisa que pronto desapareció al tener de nuevo la boca de Harry sobre la suya. Y entre besos y risas ambos decidieron ir hacia la ducha.

En la mente de Draco este día sería recordado como perfecto, o casi, porque fue el día en que Harry lo dejó, pero a parte de este pequeño detalle, como en años venideros Draco decidió llamar al incidente, el resto del día fue de ensueño.
La ducha fue una excusa más para tener sexo y esta vez tomando el control él, adentrándose en Harry con fiereza contra las baldosas de la ducha.
Y con tanto ejercicio matinal el hambre no se hizo esperar, así que entre ambos prepararon un tardío desayuno, que más parecía una comida en toda regla.
Un día apacible en general, ganduleando en el salón viendo una película, haciendo alguna que otra tarea doméstica, y arrullándose a la mínima oportunidad.

Cómo empezó la discusión es algo que Draco jamás entendería, en un momento estaban bien y al siguiente estaba discutiendo sobre la limpieza del piso, lo que les llevó al hecho de que Harry se negara a tener un elfo doméstico, con la posterior queja por parte de Draco de tener que hacer el toda la limpieza semanalmente porque Harry no se dignaba a estar nunca en casa. Lo que a su vez llevó al hecho de que Harry no asistiera a la cena de anoche y ni se dignara a avisar.
Y la bomba explotó cuando Harry dijo que había pensado mudarse algunos días entre semana a la residencia general de del Puddlemere donde residía parte del staff y del equipo, alegando que así estaría más concentrado y descansado que si volvía a casa cada día.

-¿¡Descansado!? Por todos los dioses Harry, ¡somos magos! ¿Tienes idea de lo que significa? ¡¡¡¡Te puedes aparecer en casa en un puto segundo!!!! Así que haznos un favor a ambos y sé sincero. –estalló irremediablemente Draco. –Somos una pareja aunque a ti parece que se te olvida. Y se supone que estas cosas las hablamos y las decidimos juntos. Se te ha ocurrido pensar que quizás yo no quiero estar toda la semana lejos de ti, no, supongo que obviamente no.

-¡Joder Draco! Deja de ponerlo como si hubiera hecho algo horrible. No sería toda la semana, sólo algunos días, y lo hacen todos los jugadores, así que no veo el problema. Así estamos más concentrados y unidos. Y total, que diferencia hay entre eso y llegar a casa tarde y cansado y dejarme caer en la cama.

Y obviamente esto llevó al hecho de que Harry no se esforzaba por estar nunca en casa, en llegar más pronto, cosa que ambos sabían que algunos jugadores con familia hacían. En que no se implicaba en nada y más y más cosas que durante meses Draco había guardado pero que ahora pareciera como si la caja de Pandora hubiera sido abierta.

-Podríamos habernos ido a vivir cerca del campo de entreno de tu equipo, al menos uno de los dos tiene suficiente sentido común para saber que las distancias siendo mago son algo sin importancia. Pero no, tu insististe en estar aquí en Londres, cuando sabías que tarde o temprano te querrías implicar tanto con tu equipo cosa que te alejaría de casa.- y con la histeria del momento la reclamación fue inevitable- ¡Merlín, Harry! Si no querías que viviéramos juntos podrías haberlo dicho. Me hubiera dolido, pero es peor que vivamos juntos y tu nunca estés.

-¿Cómo te atreves a echarme las culpas de todo? Como quieres que tenga ganas de estar en casa si cada vez que vengo tengo que acabar escuchando tus quejas, que si no hago esto, que si no hago lo otro, tienes idea de lo insoportable que se me hace a veces. O como cuando me llamas para preguntar dónde estoy, por favor Draco, casi sería mejor que me pusieras un collar de perro con un hechizo localizador, así quizás me dejarías más a mi aire.

-¿Llamarte? Sólo te llamo cuando no apareces en casa por dos días sin decir nada, o cuando quedamos para hacer algo y tú no te presentas. Espero que el gran Harry Potter no se moleste porque su pareja se preocupe por su bienestar, si hubiera sabido que eso le molestaría jamás hubiera osado hacer tal cosa – la tirantez patente por el uso de la respetuosa persona y le tono frío.- Supongo que también te molesta que vaya a verte a los entrenamientos, o a los partidos, ¿no? Por favor, no quieran los dioses que yo distraiga la atención de nuestro salvador, o es que quizás te avergüenzas de esto –exclamó abriendo los brazos, abarcándolos a ellos, el piso, todo.

-No seas ridículo Draco. Es sólo que me gusta tener mi propio tiempo para pensar, lo necesito. Últimamente no paro de pensar en... en cosas... –concluyó Harry bajando el tono.

-¿Cómo por ejemplo? –preguntó reteniendo la furia que estaba creciendo dentro de él, furia y miedo. Furia por lo patéticas que le parecían las excusas de Harry, por lo triste que era verlo engañarse a él mismo y a por extensión a él, y miedo porque algo dentro de él le decía lo peligroso que era el giro que la conversación estaba tomando.

-No sé Draco... ¿Crees que esto nos lleva a alguna parte? Cuando estamos juntos nos peleamos a todas horas, excepto cuando estamos en la cama. Pasamos cada vez más tiempo por nuestra cuenta, no espera déjame acabar –añadió viendo como Draco se disponía replicarle- Sé que soy yo el que pasa más tiempo fuera, pero Draco, es que aquí, en esta casa... Me ahogo, no sé como decírtelo... Yo quiero convertirme en el mejor jugador del mundo, quiero que me valoren por mi calidad no por quien soy, y si para eso he de trabajar el doble o el triple más duro que los demás lo haré, porque es lo más importante para mi. Mi carrera Draco, mi carrera lo es todo para mí. Te quiero, sabes que te quiero desde séptimo curso, pero tengo la sensación de que el amor... No sé, ya no es lo mismo, no está la pasión de al principio, ambos queremos cosas diferentes, intereses diferentes...

Draco no cabía en sí, no podía creer lo que estaba escuchando. En su mente se repetía una y otra vez que esto no estaba sucediendo, que pronto despertaría y se hallaría de nuevo en la cama con Harry a su lado.

-Harry... todas las parejas pasan altos y bajos, es normal, llevamos tres años y pico, ¿cómo quieres que haya la pasión del primer día? Es absurdo, eso no pasa nunca, tu y yo hemos pasado demasiado Harry, hemos luchado, hemos estado a punto de morir, hemos matado y lo hemos pasado todo juntos. Entiendo que quieras tener tu carrera, y que quieras que te valoren por ti mismo, Merlín sabe que yo quiero lo mismo para mí, que la gente deje de mirarme como el hijo de mi padre y empiecen a ver a Draco, el hombre que luchó contra Voldemort, que fue torturado por su propio padre, el hombre que soy ahora. Pero eso no quita que para mi, tu y esto que tenemos los dos sea lo primero Harry. –se sentó en uno de los sillones de la sala mirando a Harry con detenimiento. Necesitaba saberlo, necesitaba saber si todo su esfuerzo servía de algo o no. -¿Me quieres Harry?

-Sabes que sí Draco, ¿qué clase de pregunta es esa?

-Pero tu carrera está primero, no espera... Mira, entiendo tu inquietud profesional, pero Harry, cuando estás con alguien, cuando quieres de verdad estar con alguien, no te planteas poner una cosa delante de la otra, simplemente se encuentra la manera. Se habla Harry, la gente habla y llega a un acuerdo que satisfaga ambas necesidades. Si necesitas más espacio te lo doy, si quieres hacer un cambio de residencia pues se habla, si te molesta algo de lo que hago se me dice y lo hablamos, si te incomoda que te vaya a ver jugar lo hablamos para ver dónde está el problema... Pero tú no hablas Harry, no afrontas los problemas, no te esfuerzas por hacer que esto funcione, porqué no estás dispuesta a dar nada de ti.
Porque para ti no vale la pena, ¿no es cierto, Harry?

Y Harry simplemente se lo quedó mirando, los ojos apagados y el semblante triste.

-Lo siento Draco, llevo semanas pensando y pensando y... –fue lo único que pudo decir antes de que Draco lo cortara.

-¿Qué lo sientes? ¿Qué lo sientes? ¿Qué es lo que sientes Harry? –Estalló furioso- Te diré lo que yo siento. Siento que me desgasto Harry, porque en esta relación lo único que hago es dar, dar y dar. Lo doy todo de mí, y no recibo nada, ¡jodidamente nada! Me levanto cada mañana esperando verte en la cama, porque Merlín sabe a que hora habrás llegado, porque tú ni te dignas en decirme cuando vas a llegar o cuando te vas a ir. Me encargo de la casa, y estoy igual o más ocupado que tú. ¿Crees que no estoy yo también cansado? No doy abasto Harry, las clases, el trabajo, la presión de la gente, las miradas reprobatorias, los comentarios recelosos, las sospechas... ¡Estoy harto! Y llego a casa y me encuentro el piso vacío, y lo tengo que hacer todo, y me muero de ansías por hablar contigo y que me reconfortes, y que me digas que todo va a ir bien aunque sea mentira, pero tu no estás, y cuando llegas, si es que llegas, te vas a dormir sin casi decirme palabra. ¡Y no puedo más!

-¿Qué quieres decir con que no puedes más?

-No Harry, la pregunta es: ¿qué vas a hacer tú al respecto? ¿Qué estás dispuesto a dar por nosotros? ¿Vas a luchar para que esto aguante? ¿Vamos a reconstruir esta relación entre los dos, mano a mano, o vas a tirar la toalla? No te estoy pidiendo el mundo Harry, sólo un poco de esfuerzo y compromiso. Esa es la palabra, compromiso Harry. ¿Vas a luchar por nosotros, junto a mí? ¿O vas a tirar la toalla?

-Estoy cansado de luchar... –fue la escueta respuesta.

Draco se tapó la cara con las manos. Estaba dicho, Harry no pensaba hacer nada por salvar la relación, y él... Él solo no podía hacerlo todo. Sentía como moría por dentro, como algo se rompía, le dolía el pecho y los ojos se le humedecieron. Tenía ganas de gritarle a Harry, de imprecarle por llevar semanas pensando en esto y no decir nada, porque aún teniendo estas dudas se había levantado por la mañana y le había hecho el amor como hacía tiempo que no se lo hacía, como si... Como si fuera una despedida... La furia lo recorrió de nuevo pero estaba demasiado cansado, demasiado roto como para recomponerse.

-Supongo que esto quiere decir que... –dijo Harry dubitativo- Draco lo siento, te quiero, pero...

-El amor no es suficiente Harry. –Respondió alzando el rostro cubierto de lágrimas –Si me quieres pero no está dispuesto a dar nada, a luchar, por más que yo haga no va a servir.

Algo se estremeció en Harry al ver a Draco así, llorando, derrotado, deshecho... Ni siquiera cuando lo sacaron de la mazmorra en la que estuvo preso durante dos meses lo había visto tan roto, al menos mentalmente, ni cuando en la batalla final mató a su padre para salvarle la vida. Había una parte de él que se moría al saber que le estaba haciendo tanto daño a Draco, pero era una parte que hacía ya un tiempo había empezado a ser relegada al fondo de su corazón.

-Entonces, ¿ya está? ¿No vas decir nada más? Mira Draco, lo siento, no he querido hacerte daño, quizás esta no sea la mejor solución, podríamos darnos un tiempo o no sé...

-No Harry... Tú no estás dispuesto a dar nada por nosotros, todo lo que tienes quieres ponerlo en tu futuro, futuro en el cual obviamente yo no entro. De hecho nunca he estado en ese futuro, ¿verdad Harry? Cuándo imaginabas tu sueño de gran jugador, con la prensa rodeándote, los premios, las portadas de las revistas, el público, la fama... ¿Estaba yo junto a ti? No, obviamente no... Tú no vas dar nada... Y lo que yo pueda dar no es suficiente...

-Draco... –se acercó para abrazarlo, no le gustaba verlo así, no le gustaba saber que le hacía daño, y una parte de él le susurró que él siempre acaba haciendo daño a aquellos que más quería.

-No Harry, -alzó una mano par detenerlo- Por favor no... No lo hagas más difícil, sólo... Vete por favor, déjame solo.

Harry se detuvo en medio de la sala, mezcla de preocupación por Draco y de contrariedad por el rechazo de su gesto. Miró a Draco una vez más, hecho una bola en el sillón, con las piernas contra su pecho y las manos sobre el rostro, amortiguando el sonido del llanto, se mordió el labio nervioso, cerró los ojos con la imagen de Draco llorando grabada en su mente con fuego junto a la de Draco ofreciéndosele con ciega confianza unas horas antes.
Se sintió basura, basura de la peor. Culpa, vergüenza, dolor, pena, rabia, desesperación... No sabía lo que sentía, sólo sabía que necesitaba huir de Draco y de lo este le hacía sentir, de la vulnerabilidad que Draco creaba. Y sobretodo necesitaba una cerveza. Se desapareció sin decir adiós. Realmente sabía que ya había dicho demasiado por un día.

Escuchó el crack clásico de una desaparición. Harry se había ido, lo había dejado, para siempre. Jamás volvería a tenerlo junto a él, jamás despertaría con Harry a su lado, jamás volvería a abrazarlo, besarlo o hacerle el amor. Algo murió ese día dentro de Draco. Algo que ni siquiera la perdida de su apellido al ser desheredado le arrebató. Era un hombre muerto, y la idea de acabar la faena y morir del todo estaba siendo cada vez más tentadora.
Pero antaño fue Draco Malfoy, y aunque el apellido ya no fuera de él seguía teniendo el carácter de un Malfoy.
“Esto no me va a destruir, puede que haya muerto por dentro, pero ya está, ya no hay nada más en el mundo que me puedan quitar, así que no me queda nada que perder... sólo que...no quiero estar solo.”
La necesidad de cariño se le hizo acuciante, necesitaba consuelo, necesitaba alguien que le dijera que esto también pasaría, que el tiempo curaba todas las heridas. Necesitaba a... a la única persona a parte de Harry en la que Draco confiaba ciegamente desde los 17 años.
Se arrastró hacia la chimenea y cogiendo un pellizco de polvos flú susurró: Hermione...

Ir a captítulo 2


Por fiiiiiinnnnnn!!!!!!!

Date: 2006-12-04 02:50 pm (UTC)
From: [identity profile] darkmoona.livejournal.com
Has empezado!!!!!!!!!! Por fin empezamos a verla visión final, esperaré a que lo tengas todo subido para leerlo todo de una y darte el comentario definitivo.

Que ganas tenía de leer esto!! XDDD

Re: Por fiiiiiinnnnnn!!!!!!!

Date: 2006-12-04 02:54 pm (UTC)
From: [identity profile] duare.livejournal.com
Sí, chica, lo he terminado de corregir esta mañana. Y estoy hacha una sopas, con un catarro del mil, pero lo quiero cargar hoy y ponerme a escribir tummies... No sé yo si lo tendré para el miercoles... aprovecharé las cuatro horas de autocar hasta valencia^^ Nos vemos en dos días!!!

BESOS^^

Profile

duare: (Default)
duare

August 2012

S M T W T F S
   1234
5 67891011
12131415161718
1920 2122232425
262728293031 

Most Popular Tags

Style Credit

Expand Cut Tags

No cut tags
Page generated Jul. 8th, 2025 05:33 pm
Powered by Dreamwidth Studios