duare: (foca tiburon)
duare ([personal profile] duare) wrote2006-11-22 12:37 pm

FICLET Stanford Bitch I

Título: Stanford bitch I
Autor:[info]duare
Fandom: Libros - Harry Potter
Personaje/Pairing: Harry Potter/Draco Malfoy
Prompt: #021 amigos
Rating: PG
Resumen: Cuando aceptas a alguien en tu vida, tienes que aceptar también el equipaje con el que viene.
Advertencias: Supongo que podría decir que esto es un post-Hogwarts, post war y que eso obviamente implica que los personajes actúan de una manera distinta a la de sus YO del sexto libro.
Notas de Autor: Escrito para [info]fanfic100_es. Serie de mini ficlets que nacieron en mi mente viendo los partidos de octavos de finales de la Champions del año pasado. Cada ficlet irá con un promto, y aunque no sé el numero total de ficlets de la serie, sí que cubriran ambos partidos.
Total Palabras: 1.041 
Beta:[info]gaia_naturae 
LDT: TABLA

 

 

 

 

STANDFORD BITCH I

 

##021 amigos ##

 

-Repítemelo otra vez Harry, a ver si esta vez lo entiendo –increpó Draco Malfoy, manos en la cintura y expresión  indignada.

 

-Esta noche vienen los chicos a ver el partido de fútbol- respondió Harry sin percatarse del patente enfado de su pareja, al tiempo que curioseaba por los armarios de la cocina.- ¿No nos quedan más patatas? Voy a tener que llamar a Dean... –concluyó más para sí mismo que para Draco.

 

La respuesta y evidente ignorancia de Harry hacia su estado de ánimo sacó de Draco un bufido exasperado.

 

 

Harry Potter, el héroe indiscutible del mundo mágico europeo, y Draco Malfoy, ex Death Eater y espía para la Orden del Fénix durante la Segunda Venida, eran una de las parejas más peculiares y controvertidas de la sociedad mágica. Rivales en el colegio, enemigos en los primeros meses de guerra, aliados a la fuerza durante años, distantes colaboradores, cordiales compañeros, amigos, amantes esporádicos, pareja… Habían pasado por todas las fases posibles hasta llegar al relativo remanso de paz en el que orbitaban actualmente. Y era, de hecho, una paz relativa, puesto que las discusiones, peleas y medio separaciones estaban a la orden del día.

 

Eran, como solía decir Hermione, una relación de “ni contigo ni sin ti”.

Aún así, hacía ya tres años que vivían juntos y sorprendentemente habían conseguido ajustarse de tal manera que sólo dos o tres veces al año la sangre llegaba al río; o mejor dicho, Harry llegaba a casa de Ron con muda para un par de días.

 

Y todo estaría bien si no fuera por momentos como este, pensó Draco apoyándose en el canto de la puerta de la cocina. Momentos en los que Harry ni siquiera se daba cuenta de que la estaba cagando, como solía decir él.

 

-Harry… Eso ya lo había entendido a la primera. Lo que quiero saber es por qué. ¿Por qué demonios vienen a “nuestra” casa a ver un deporte muggle del que la mayoría no tenéis ni idea?

 

-Sí que lo entendemos…- respondió Harry, y rascándose la cabeza pensativo añadió- Bueno, Dean y yo al menos. Los demás vienen porque es divertido. Pasamos un buen rato todos los chicos juntos, como si fuéramos otra vez los cinco amigos gryffindors en el colegio.

 

-¿Por qué a nuestra casa, Harry?- insistió Draco impaciente.

 

-Eeh… Pues porque Ginny le ha prohibido a Dean ver más fútbol en casa- terminó por confesar Harry, al fin y al cabo, era todo un gryffindor y no se iba  acobardar ante la mirada acusadora de Draco, ¿verdad?

 

- Ya veo… Así que como tus amigos y tú habéis sido desterrados de la morada Thomas-Weasley, habéis decidido invadir la nuestra.

 

-No te lo tomes así, Draco- trató de tranquilizar Harry-. Sólo estaremos en el sofá viendo la tele.

 

-Claro… ¿tú te crees que yo soy idiota? Sí la cosa fuera tan inofensiva como la pintas no creo que Ginny os hubiera echado de su casa- contraatacó decidido.

 

-No sé… La verdad, es que el caso de Dean y Ginny es diferente, si por él fuera se pasaría todo el día delante de la tele viendo los partidos de todas las ligas, selecciones y categorías mientras trabaja en algún boceto. Así que en parte es comprensible… Aunque no veo porque ha tenido que incluir las quedadas con los amigos… Cosa de mujeres, supongo- concluyó Harry encogiéndose de hombros.

 

-Ron y Seamus también tienen televisión, ¿por qué no podéis ir a casa de uno de ellos?

 

-Mi tele es más grande y mejor –murmuró Harry con ensoñación mirando con deleite su magnífico nuevo televisor de pantalla plana y 42 pulgadas, sonido dollby sorround y demás sandeces que a Draco le traían sin cuidado.

 

-No sabía que el tamaño de los televisores fuera la nueva forma de comparar vuestras hombrías… Déjame adivinarlo –continuó Draco, claramente divertido ante la indignación y bochorno que Harry estaba empezando a sentir- ¿Os juntáis todos y comparáis vuestras medidas? La mía hace tanto, no la mía es más grande, ya pero la mía es de más calidad… Como si os viera…

 

-¡Ja ja ja¡ Muy gracioso, Draco. Pero hablando en serio –lo cual causó un bufido de Draco-, nuestra tele es la mejor, y aquí no hay riego de molestar a ninguna novia o esposa.

 

Draco tenía la réplica en la punta de la lengua, lista para ser lanzada e impactar en su pareja, pero la sonrisa socarrona de Harry lo detuvo de golpe, prácticamente atragantándose con las palabras

 

¡Bastardo! Pensó rabioso. Sabía perfectamente lo que iba a decir y lo que eso significaría... Como si lo oyera: “Draco, eres tan chica como LA que más”. Lo cual llevaría a una de esas interminables discusiones sobre las diferencias entre ambos, y como Harry consideraba muchas de sus costumbres terriblemente femeninas. ¡Como si peinarse cada día fuera algo exclusivo del género femenino!

 

-¡Bien! –Exclamó Draco acercándose enfadado a Harry- Pero te lo advierto Potter, al mínimo desperfecto que sufra “mi” casa os vais todos a la calle.

 

-Vamos Draco... –trató de suavizar Harry, aunque después de tantos años debería ya saber que el uso de su apellido no auguraba nada bueno.

 

-¡Tú incluido!-interrumpió Draco- Es nuestra casa, lo sé. Pero la he decorado yo, son mis muebles, y es mi refugio. Así que ya lo sabes. Una rallada, una sola quemadura, o una mancha que no se vaya y os largáis todos.

 

Harry sólo puso sus manos en las mejillas de Draco y lo besó.

 

-Gracias, te prometo que nos comportaremos. Me encargaré de que todo vaya bien, ¿de acuerdo? –le preguntó Harry acariciándole suavemente el cabello.

 

Apoyó la frente en el hombro de Harry y sonrió. Tontamente. Ese era su problema, no había manera de permanecer enfadado con Harry por mucho tiempo. Siempre tenía que venir y hacer o decir algo bonito, y ya estaba perdido.

 

- Bueno... Y hasta que llegue la masa de invasores, perdón... quiero decir, tus amigos, ¿qué tal si me explicas de que va el fútbol ese que os tiene perdida la cabeza? Porque pasarme parte la noche viendo un partido sin entender nada no me parece en absoluto.

 

Harry sonrió, volvió a besarlo y como niño con zapatos nuevos comenzó a explicarle todo lo relativo al dichoso deporte

tbc...

 

 

 


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